El plan de hidratación que tu cuerpo estaba esperando.

Durante años hemos escuchado frases como “toma mucha agua, es vida” o “hidratarse significa beber agua todo el día”.
Suena lógico… pero la ciencia detrás de la hidratación dice otra cosa.

Lo que realmente mantiene al cuerpo sano, eléctrico y con energía no es la cantidad de agua que bebes, sino cómo se integra esa agua con los minerales que le permiten a tus células funcionar correctamente.

Este es un plan de hidratación ejemplar, una guía realista para quienes desean saber cómo mantenerse hidratados, cómo optimizar su balance hidroelectrolítico y cómo construir un esquema de hidratación oral que ayude al cuerpo a absorber, conducir y utilizar el agua con inteligencia.

El mito de beber agua: un mensaje incompleto

Durante décadas se nos enseñó que la hidratación consistía en tomar mucha agua, sin mencionar nada sobre minerales o electrolitos. En México, España y otros países, la recomendación general siempre ha sido “bebe más agua”, en parte porque:

• Se promovió el consumo de agua potable como símbolo de salud pública.
• Las campañas comerciales repetían “agua es vida” sin explicar la fisiología celular.
• No existía una divulgación clara sobre el balance hidroelectrolítico y su función en el cuerpo.

El problema es que esta idea se quedó corta. Beber agua sin considerar los minerales puede llevar a un desequilibrio que afecte la energía, los músculos, el metabolismo e incluso el estado de ánimo.

Esto es especialmente cierto en regiones donde el agua potable es muy baja en minerales, como ocurre en gran parte de México o España: es apta para consumo, sí, pero no contiene los electrolitos necesarios para nutrir a la célula.

Por eso, la pregunta correcta no es: ¿Estoy bebiendo suficiente agua?
Más bien: ¿Estoy bebiendo agua que realmente hidrata mis células?

¿Por qué el agua con sal energiza tus células?

La respuesta está en la bioelectricidad natural del cuerpo.
Cada célula funciona como un pequeño sistema que depende del intercambio de sodio y potasio para activar impulsos eléctricos. Esa actividad —la base de tu energía— solo ocurre si existe un balance hidroelectrolítico adecuado.

Cuando tomas agua electrolizada con sal, sucede esto:

• Los minerales ayudan a transportar el agua hacia el interior de las células.
• Las células “cargadas” regulan la contracción muscular, la digestión y la energía metabólica.

Es decir, la sal no solo “sazona”: permite la corriente de electricidad entre células.

Sin ese equilibrio, el agua obstaculiza el paso de electricidad por el cuerpo, sin beneficiarlo de verdad.

Por eso, uno de los mayores beneficios de la hidratación con electrolitos es restaurar la función eléctrica celular, mejorar la concentración, optimizar la digestión y mantener la energía estable durante el día.

¿Cuánta agua con sal debo tomar?

Para crear un plan de hidratación funcional, debemos pensar en lo que el cuerpo realmente necesita: agua que transporte minerales.

Antes de darte las cantidades, es importante recordar algo esencial:
el cuerpo humano regula su sed con precisión inteligente.
No necesita que lo fuerces a beber litros; necesita que la hidratación sea efectiva.

Por eso, un plan de hidratación diario debe basarse en estos pilares:

1. La señal de la sed es confiable

Cuando el cuerpo pide agua, es porque detectó un cambio en la concentración de minerales.
La sed es una guía natural y segura.

2. La cantidad adecuada de agua al día depende de tu estilo de vida

No existe una fórmula universal, pero sí reglas funcionales:

• Bebe cada vez que tengas sed.
• En climas cálidos o ejercicio, aumenta la frecuencia pero no la cantidad forzada.

3. ¿Y cuánta sal?

El estándar fisiológico se acerca a 7 gramos de sal por cada litro de agua.
No se trata de consumir sal en exceso, sino de restaurar los minerales que el cuerpo pierde constantemente.

4. ¿Cómo preparar tu agua electrolizada?

Es muy fácil, pero la regla debe siempre estar presente: diluye 7 gramos de sal por cada litro de agua. Esta proporción es de vital importancia:

• Si tomas medio litro de agua, debes disolverle 3.5 gr de sal.
• Si tomas litro y medio, deberás agregarle 10.5 gr de sal.
• Tip maestro: prepara botellas de un litro de agua con 7 gr de sal. Siempre es más fácil esta medición que estar haciendo conversiones o equivalencias.

NO debes romper la proporción como se muestra en los casos siguientes, o en alguno similar:

• Tomar un vaso de agua de 250 ml con 10 gr de sal.
  Le has puesto más sal de la que tu cuerpo tolera. Mantén el gramaje en 7.
  
  
• Tomar dos litros de agua sin sal, y después, medio litro con 14 gr de sal.
  En ninguno de los litros de agua has mantenido la proporción. Por ende, has repetido el error de tomar agua sin electrolitos, y un poco más con exceso de sal.
  
  
• Tomar un refresco de 250 ml, luego un jugo de 250 ml, y después, un litro de agua con sólo 7 gr.
  Cualquier bebida líquida rompe la proporción de sal. Si bebiste un refresco y jugo de 250 ml cada uno, deberás de tomar un caballito de jugo de limón y 3 gr de sal para compensar esa ingesta sin echarle sal al refresco o el jugo. El litro de agua con sal del final es el único acertado.

5. ¿Cuántos litros al día?

Olvidemos los “8 vasos diarios” como regla obligatoria.
Más bien enfócate en hacerlo cuando tu cuerpo te lo pide.

Este esquema de hidratación oral ayuda a mantener un balance hidroelectrolítico estable sin sobrecargar el cuerpo.

¿Quieres un plan de hidratación personalizado? El PAP lo hace posible

Ahora que conoces el fundamento del plan hidratación general, es momento de reconocer algo importante: Cada cuerpo tiene un balance hidroelectrolítico único.

Eso significa que:

• Algunos necesitan más electrolitos.
• Otros requieren ajustar hábitos porque pierden electrolitos con rapidez.
• Otros necesitan combinar hidratación con estrategias alimentarias para mejorar energía, sueño o digestión.

Por eso existe el PAP (programa Paso A Paso) de la Academia Unani. Dentro del PAP te enseñamos a:

• Crear tu propio plan de hidratación personalizado.
• Entender tus señales de sed, energía y electrolitos.
• Regular tu consumo de agua con base en tu estilo de vida.
• Identificar cuándo tu cuerpo necesita más o menos sal.
• Optimizar tu salud desde la biología básica, no desde reglas generales.

Y si aún no quieres inscribirte, hay otra opción:

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Advertencia importante

Aunque este plan de hidratación ejemplar es seguro y está basado en principios fisiológicos, no se recomienda hacer cambios importantes en tu alimentación o consumo de minerales sin formar parte del PAP. Cada cuerpo es distinto, y aplicar estas prácticas sin guía puede llevar a desequilibrios o malas interpretaciones.

En Academia Unani queremos que te cuides con información responsable, acompañamiento y conocimiento que respeta la biología de tu cuerpo.